Libros de ayer y hoy
The Who en México: “Espero morir antes de llegar a viejo… con mi Generación”
TOLUCA, Edoméx., 10 de octubre del 2016.- Faltan dos días y mi ansiedad incrementa considerablemente. Nunca imaginé que se haría realidad ver a la legendaria banda británica The Who en México. En 25 años de trajín periodístico cultural, creo que sólo me falta ver a esta agrupación que ha marcado la existencia de millones de entes en el orbe. Claro, uno tiene la esperanza un día de ver en vivo y en directo a Leonard Cohen y a Tom Waits, pero ese es otro sueño.
Todavía recuerdo cuando la desilusión de apoderó de mi ser al saber que The Who cancelaba su concierto en el Foro Sol del Autódromo Hermanos Rodríguez en abril del 2007. Había preparado cápsulas especiales para un programa de radio y televisión sobre esa visita, pero todo se fue al caño cuando leí el comunicado escrito en la página oficial del grupo argumentando que se debía a que no existían condiciones logísticas para que el grupo se presentara.
La verdad es que no vendieron los 60 mil lugares del Foro Sol, semanas antes del concierto no se habían logrado vender el 40 por ciento de localidades que se requería para pactar el show, por lo que The Who pensó que no eran del gusto del público mexicano. No se supo bien a bien qué pasó, pero mucho tuvo que ver la economía de ese año; ¿faltó de promoción?, no creo; que en México todo lo hacemos a la mera hora, es probable, pero no se hizo y eso desmoralizó a miles que estábamos apuntadísimos.
Ahora, el Día de la Raza, el 12 de octubre, a partir de las 20 horas se cumplirá un anhelado sueño para este “servibar y amigo”: ver a The Who. El escenario no es el idóneo, porque el Palacio de los Deportes es un sitio poco adecuado para apreciar la música de una de las más grandes bandas de rock que hayan existido sobre la tierra.
Sé por los promotores del concierto en México y de los que ya lo vieron el pasado fin de semana en el Empire Polo Club de Indio, en el valle californiano de Coachella, Estados Unidos, en lo que se ha dado en llamar el concierto del siglo, que el ingeniero de sonido que traen es de los mejores del mundo, por lo que no me preocupa el sonido del próximo miércoles 12 de octubre.
No sé cómo se llama el ingeniero de sonido, no alcancé a investigarlo, pero yo le creo a mis camaradas que ya vieron a The Who el domingo pasado. De hecho, hace medio año me prometí ir al Desert Trip para ver no sólo a The Who, sino a Neil Young, Paul McCartney, Roger Waters, The Rolling Stones y Bob Dylan, pero la vida me dio la oportunidad de un nuevo trabajo y aquí estoy dando la cara.
Como muchos saben, The Who viene a México con Roger Daltrey (voz y guitarra), Pete Townshend (seis cuerdas), Simon Townshend (el hermano menor de Pete, en la segunda guitarra), Pino Palladino (guitarra soporte), Zak Starkey (hijo del baterista de The Beatles, Richard “Ringo Starr” Starkey, en el mismo instrumento) y un arsenal de tres tecladistas: John Corey, Loren Gold y Frank Simes, con lo cual no puede haber falla alguna. ¡Show garantizado!¡Show dedicado al fallecido (1978) genial baterista Keith Moon de parte de los mexicanos!
Yo me conformo con que toquen ‘Behind Blue Eyes’, ‘Pinball Wizard’, ‘Love Reign O’er Me’, ‘The Kids Are Alright’, ‘Who Are You?’, ‘My Generation’, ‘Baba O’Riley’, ‘Wont Get Fooled Again’, ‘I Can See For Miles’, ‘I Cant’ Explain’ y ‘Substitute’, entre un largo listado. Sé, lo sé, lo presiento, The Who tocará como nunca en su primera, y tal vez única ocasión en este cada vez más decadente país.
Mis antecesores, 10 o 15 años mayores que este interlocutor, los que me enseñaron a escuchar a The Who en mi viejo barrio de Cd Labor, Tultitlán, estado de México, lo hicieron con el salvajismo propio del rock duro y contestatario. En las tocadas donde ponían a la banda británica terminaban en batallas campales, con bajas en ambas pandillas. Mi progenitora no avalaba del todo a The Who, porque siempre su hijo llegaba golpeado después de una fiesta donde había “freaks” seguidores del rock británico. Nunca me importó, porque The Who me enseñó a ser duro, a aguantar cualquier situación extrema.
Los pocos discos de The Who en casa, sólo los apreciaba mi señor padre, porque dijo en una de sus tantas borracheras que era música para machos, para hombres de verdad y porque le recordaban a sus guapísimas novias de su juventud. Cuando me veía golpeado vestido de punketo submetropolitano (con destruido saco o blazer negros, morados o azules, con pantalones muy ajustados y zapatos obreriles con plataforma y casquillo al frente) me decía (yo afirmando con la cabeza), que si de fondo hubo música de ese grupo que usaba mucho las banderas británicas como cobijas, se refería al disco “The Kids Are Alright” de 1979, el cual terminó siendo la banda sonora del documental del mismo nombre del director Jeff Stein, y donde se hacía presente el himno de The Who: ‘My Generation’, en cuya letra se canta:
“People try to put us d-down (Talkin’ ‘bout my generation)/ Just because we get around (Talkin’ ‘bout my generation)/ Things they do look awful c-c-cold (Talkin’ ‘bout my generation)/ I hope I die before I get old (Talkin’ ‘bout my generation)”. (“La gente trata de ponernos hacia abajo (Hablando de mi generación)/ Simplemente porque viajamos (Hablando de mi generación)/ Las cosas ellos las miran con un frío atroz (Hablando de mi generación)/ Espero morir antes de envejecer (Hablando de mi generación)”.
Cuando yo escuché el disco “Qaudrophenia” (1979) ya trabajaba como cerillo en tiendas departamentales de los mexiquenses municipios de Tlalnepantla y Naucalpan. Lo compré a los 15 años como si se tratase del Álgebra Baldor, ese misterioso libro del matemático cubano Aurelio Baldor que leíamos forzadamente en la secundaria, pero que a mí me gustaba por las fichas técnicas de cada filósofo-matemático incluido, en donde todo era perfecto, como el disco de The Who. Desde entonces, he querido verlos en vivo y en directo y ahora a los 45 años, se me hará.
¡Señoras y señores, se acabó la espera de más de medio siglo para ver a The Who en México! ¡Allá nos vemos camaradas!