
La Política Mexiquense
El 7 de octubre de 2023, la organización político-militar de orientación islamista Hamás, que controla la franja de Gaza, lanzó la Operación Inundación de Al-Aqsa, una ofensiva sorpresa que incluyó el lanzamiento de unos 5.000 cohetes hacia Israel en un lapso de 20 minutos. Simultáneamente, sus tropas incursionaron en territorio israelí, atacando comunidades y bases militares. Este ataque provocó una respuesta inmediata y contundente del primer ministro Benjamín Netanyahu, quien declaró que Israel estaba «en guerra» y prometió convertir los lugares donde Hamás se ocultaba en «ciudades en ruinas» e instó a los civiles residentes de Gaza a abandonar la zona, advirtiendo sobre sus inminentes represalias.
Amnistía Internacional (AI) informó, a principios de febrero, qué en la Casa Blanca, se celebró una rueda de prensa con la presencia de Netanyahu, en la que Donald planteó que Estados Unidos debería tomar el control de la Franja de Gaza para «reconstruirla» como la Riviera de Oriente Medio, lo que podría ser maravilloso.
Sin embargo, esa “maravilla”, significaría la deportación forzada de los dos millones de personas que (sobre) viven en Gaza, hacia Egipto y Jordania.
Cabe destacar que, tanto las acciones que la Corte Penal Internacional imputa a Netanyahu por crímenes de guerra y de lesa humanidad; el genocidio en marcha contra la población palestina, como la deportación forzada que propone Trump, son prohibidas por el Derecho Internacional, y se encuentran en el conjunto de normas fundamentales y obligatorias para todos los Estados, llamado Ius Cogens (Derecho Imperativo) que prevalece, sobre cualquier acuerdo internacional. Estas normas son inderogables, lo que significa que ningún Estado puede eximirse de ellas. Por lo que, los responsables de estos actos pueden ser perseguidos y juzgados, con independencia de ostentar inmunidades diplomáticas o estatales.
Según el derecho internacional, Estados Unidos tendría la obligación de buscar, juzgar o extraditar a cualquier persona acusada de cometer crímenes de guerra. Sin embargo, Washington ha dado a Netanyahu legitimidad en el escenario internacional, garantizándole impunidad.
Nos preguntamos ¿qué paso para producir este estado de cosas?, lo que nos invita a regresar en el tiempo:
Durante el Imperio Romano, la región conocida como Palestina fue integrada como provincia después de la conquista en el año 63 A.C.
Bajo dominio romano, el territorio tuvo períodos de estabilidad, pero también conflictos como la Primera Guerra Judeo-Romana (66-73 D.C.) que fue un levantamiento de la población judía debido a la tensión acumulada por la fuerte carga fiscal, la discriminación religiosa y cultural, y el rechazo hacia la dominación romana en el territorio. El conflicto culminó con la toma y destrucción del segundo templo de Jerusalén en el año 70 de nuestra era y muchos judíos murieron o fueron esclavizados, mientras otros huyeron hacia distintas regiones cercanas.
La Segunda, conocida como la Rebelión de Bar Kojba (132-135 d.C.) llevó a la expulsión y dispersión de judíos, iniciando la “diáspora”, que marcó importantes cambios en la composición demográfica del territorio.
Con la caída del Imperio Romano de Occidente en el siglo V y la consolidación del de Oriente, también llamado Bizantino, Palestina pasó a ser un importante centro cristiano, con Jerusalén como punto religioso fundamental.
En el año 638, Palestina fue conquistada por los árabes musulmanes, transformándose en parte integral del Califato Islámico; Jerusalén se convirtió en un crisol cultural, coexistiendo comunidades musulmanas, cristianas y judías.
La época medieval estuvo marcada por enfrentamientos entre cristianos y musulmanes durante las Cruzadas (siglos XI-XIII), generando una época muy conflictiva. El dominio fluctuó entre ambos bandos, hasta que el territorio fue recuperado por Saladino en 1187, integrándose posteriormente al Imperio Otomano a principios del siglo XVI.
Tras la derrota otomana en la Primera Guerra Mundial, Palestina pasó a ser administrada temporalmente, bajo “mandato británico”, desde 1920 hasta 1948.
El punto climático ocurrió en 1948 con la proclamación del Estado de Israel. Este hecho desencadenó la primera guerra árabe-israelí, en la que miles de palestinos fueron desplazados de manera forzada de sus tierras originarias, dando inicio al conflicto aún vigente.
Durante años, desde entonces, Palestina ha sido escenario de conflictos, guerras y procesos de paz fallidos. Eventos claves como la Guerra de los Seis Días (1967), en la que Israel ocupó Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este, los Altos del Golán y la Península del Sinaí. Así, Gaza permaneció bajo ocupación militar directa hasta 2005.
La Franja de Gaza actualmente es, como advirtió Netanyahu, una zona de ciudades en ruinas, con condiciones extremadamente difíciles para vivir, caracterizada por altas tasas de desempleo, pobreza, restricciones a servicios básicos, y dependencia de la ayuda internacional, aunado a la inestabilidad política, continuos ataques militares y destrucción, incluso de instalaciones de carácter civil, como hospitales o escuelas; continúa siendo uno de los temas más delicados en la política internacional contemporánea, salvo para Donald y su visión “maravillosa” de un Edén turístico, apto para millonarios; eso sí, sin la molesta presencia de los mugrosos palestinos, que afean el idílico paisaje, a los que hay que enviar a donde no sean vistos.
FUENTE: FRANCE 24 ESPAÑOL 29 NOV 2022, bajado de Google imágenes.