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COACALCO, Edomex., 25 de noviembre de 2013.- Todos los días, circulan por los municipios del valle de México cerca de 30 mil taxis, 90% de ellos portan taxímetros alterados para cobrar mucho más dinero por cada viaje.
Con relación a datos del diario el Sol de Toluca, los operadores de este medio de transporte individual saben que es difícil que los usuarios mexiquenses se den cuenta cuando el taxímetro está manipulado.
Gabriel Solís, gerente de la fábrica de taxímetros Gaso Controles Industriales, una de las compañías con más prestigio en el ramo, informó que lo primero que todos los pasajeros deben saber es que los taxímetros empiezan a calcular el costo de un viaje con base en dos factores: los metros recorridos y el tiempo en que el vehículo está detenido.
El taxímetro incrementará el precio del viaje cada 250 metros de distancia recorrida.
En caso que el vehículo esté detenido, el taxímetro incrementará el precio del viaje cada 45 segundos.
De acuerdo con Solís, la mayoría de los taxímetros son alterados por la distancia; es decir, son programados para cambiar en trayectos menores a 250 metros.
Un truco para identificar a un taxímetro que incrementa tarifa antes de 250 metros es que el pasajero observe los postes de luz, pues cada poste se encuentra a una distancia de 100 metros.
Así que si el taxímetro cambia antes de pasar por tres postes de luz, seguramente el taxímetro está alterado.
Mencionó que cada taxi debe portar una calcomanía de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) que indique que el taxímetro de esta unidad ya tuvo su revisión anual.
La calcomanía deberá encontrarse en alguno de los cristales traseros de la unidad.
Por años ha predominado una marca de taxímetros llamada Neotax, la cual, en la experiencia del experto, es la que con más facilidad puede ser alterada.
«Neotax es de origen español, así que al subir a un taxi que tenga esta marca de medidor, es válido desconfiar. Sin embargo, predominan otras marcas de origen chino que están entrando al país con poca información sobre su calidad», explicó.
En el Estado de México, ningún taxista porta su calcomanía de Profeco y los precios que cobran por la misma dejada tienen alteraciones hasta de 50%.
Usuarios de los municipios de Naucalpan, Tlalnepantla y Atizapán pidieron a la Secretaría del Transporte mexiquense la revisión de los taxímetros de los taxis que trabajan con aparatos alterados la mayoría de las veces.