Consecuencias del alcoholismo

El alcoholismo regularmente está relacionado a una depresión grave, pero a veces no sólo la persona alcohólica necesita ayuda, sino también las parejas que se encuentran con ellos, ya que en algunas ocasiones se empeñan en acompañarlos en ese camino de dolor, y sin darse cuenta que se están perjudicando tanto o más que ellos.

A continuación les relataré una historia como muchas en la que no estoy segura quién de los dos requería más ayuda.

Cambiaré el nombre por respeto a su identidad, le llamaremos “Carlos” es un tipo inteligente, profesionista, con una trayectoria profesional que algunos de sus amigos habrían querido tener, dado que siendo muy joven ocupó cargos públicos importantes. Cualquiera que hubiera conocido a “Carlos” en ese tiempo, juraría que no podría pedir nada o casi nada a la vida. Casado, sin hijos aún, con una esposa profesionista también, quien hasta ese entonces había sido una muy buena compañera de vida pues lo apoyaba en todo, lo asesoraba pero también pensó que una vez casados él terminaría con su problema, el alcoholismo.

En una ocasión, teniendo que guardar la compostura, en un evento muy importante con su jefe y la esposa de su jefe, él nuevamente rebasa el límite de alcohol, siempre que esto le pasaba solía convertirse en la persona más hiriente que haya conocido, aunque él creía que era muy gracioso. Así que tuvo el mal tino de dirigir sus bromas hacia la esposa de su jefe, quien sin pensarlo dos veces lo corrió. Así le sucedió otras veces más en otros trabajos, y cada vez que él se quedaba sin trabajo, su esposa lo apoyaba incondicionalmente. Algunas veces no pasaba mucho tiempo y conseguía emplearse de nuevo, pero hubo otras en las que alcanzó a terminar algún posgrado antes de estar contratado de nueva cuenta, siempre apoyado económica y moralmente por su esposa, quien en esos momentos era para él su única imagen de autoridad.

Pasaron así unos 10 años, tiempo que se convirtió en un infierno no solamente para su esposa, sino también para él, porque él la amaba pero a esas alturas su adicción era ya incontrolable.

Alguna vez ella decidió dejarlo, él entonces pareció tomar consciencia, buscó a su esposa y le pidió que regresara a su casa. Su esposa, pensó que había sido suficiente y tal vez ahora sí él cumpliría su promesa de no tomar más. Sin embargo, poco tiempo pasó y él volvió a beber, pero esta vez ella decidió hacer algo extremo, dejarlo tomar todo lo que quisiera, salió a buscar ayuda y fueron por él sus compañeros de AA. Ese tiempo fue muy difícil para ella, porque sintió culpa, sin embargo estaba dispuesta a hacer lo que fuera para ayudarlo.

En este proceso, él tuvo que pasar muchas noches y fines de semana recluido en ese centro, debió sustituir el alcohol por café y cigarro, y tuvo que lidiar con su ansiedad por mucho tiempo más. A la fecha tiene ya más de 10 años de no ingerir alcohol, ahora hace ejercicio e incluso ha dejado de fumar, aún siguen juntos. Ella tiene diabetes y parece tener 10 años más de la edad que realmente tiene.

Acompañar y apoyar a los seres queridos en el camino hacia su recuperación es un deber moral, y a veces un acto de amor, pero que requiere de la compañía y ayuda de toda la familia y amigos, de lo contrario las consecuencias para quienes están cerca pueden ser irreversibles.

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