
La libertad de prensa, en riesgo en México y Centroamérica: Article 19
TOLUCA, Edomex, 27 de abril de 2015.- La primera vez que Fernando Novas, paleontólogo del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, observó los fósiles enviados por el geólogo chileno Manuel Suárez -hoy director de Geología de la U. Andrés Bello-, pensó que se trataba de varias especies de dinosaurios que habían muerto en el mismo lugar: la Formación Toqui, al sur del lago General Carrera, en la Región de Aysén.
La mano, cabeza y dientes eran similares a las de los sauropodomorfos (dinosaurios de cuello largo), la pelvis se parecía a la de los ornitisquios (con cuernos), pero el cuello, la espalda y las patas traseras, a las de los terópodos (carnívoros bípedos, como el tiranosaurio).
Pudo haber sido un ecosistema que reunió a los distintos grupos hace 148 millones de años.
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