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VALLE DE MÉXICO, Edomex., 26 de diciembre de 2013 .- Una de cada tres gasolineras ubicadas en los municipios del valle de México venden litros incompletos y de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), en el estado existen 291 gasolineras que «tranzan» a los consumidores.
Gasolineras mexiquenses roban cerca de 20 por ciento del combustible que venden, es decir, además de los ingresos normales que tienen por la venta del combustible, se quedan con una buena parte de lo que el consumidor les compra: más de dos pesos por litro.
Municipios como Toluca, Zinacantepec, Tultitlan, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec, Valle de Chalco y Atizapán concentran a las gasolineras más «tranzas».
No obstante, a los operativos emprendidos por la Profeco, en la lista negra de gasolineras se destaca que la integran alrededor de dos mil 909 establecimientos de este giro en todo el país y en el Estado de México hay 291.
Cabe mencionar que la lista la conforman gasolineras que no venden litros completos y no fue elaborada por la Profeco, sino por Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s).
Datos extraoficiales indican que por cada litro que el cliente compra, le dan alrededor de 800 mililitros, los cuales representan poco más de dos pesos.
Los encargados de las gasolineras, empresarios, gerentes y administradores, están enterados anticipadamente sobre los operativos que la Profeco realiza en estos comercios.
«Sabemos cuándo viene la Profeco porque los encargados nivelan las máquinas y con una barra miden y ajustan las bombas para que queden como deben estar», aseveró un trabajador.
Los empleados, agregó, no reciben instrucciones al respecto y sólo se dedican a despachar a los automovilistas, sin embargo, son ajenos a dichas irregularidades y por lo tanto a los ajustes que realizan cuando se acerca una verificación. «Muchas veces lo hacen por computadora. Llevan aparatos, abren ahí los cuartos donde están las máquinas y hacen lo que deben hacer», aseguró. A través de teléfonos celulares o radios de intercomunicación avisan a los encargados de otras sucursales y, cuando el dueño tiene varios negocios de este tipo, en cada uno va realizando los ajustes para no tener problemas cuando estén los verificadores de la Profeco.