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TOLUCA, Edomex., 16 de octubre de 2015.- Con motivo de la temporada en que se espera el regreso de las almas, el Museo de Ciencias Naturales de la Secretaría de Cultura llevó a cabo la inauguración de la exposición temporal “De muertes a muertes”, selección de obras gráficas y pictóricas de Manuel Barranco, que comparte con el público su visión artística sobre la muerte.
Acompañado por el escultor Fernando Cano, así como funcionarios de la secretaría encabezados por el encargado del Despacho de la Dirección de Patrimonio, Carlos Héctor Torres Tello; el coordinador de Museos, Gabriel Neyra y el director del recinto sede, Carlos Fuentes Hernández, el expositor indicó que las piezas que integras esta muestra fueron creadas en diferentes etapas a lo largo de su trayectoria artística, por lo que en algunas se muestran calaveras alegres o algunas con referencias políticas, producto del momento en que fueron creadas.
Integrada por 12 grabados a punta seca, ocho carteles en técnica mixta y dos óleos en gran formato, así como piezas óseas entre las que destacan dos cráneos humanos, “De muertes a muertes” aborda algunas de las diferentes formas de percibir este hecho desde una perspectiva artística y las posibilidades que esta ofrece. La serie de grabados presenta a la muerte a través de un esqueleto en un estilo “costumbrista”, en diversas situaciones cotidianas e interactuando con distintos personajes.
Por otra parte, los carteles ofrecen una clara referencia a la concepción mexicana que se tiene sobre la muerte, en estas piezas de gran formato, el humor tiene un mayor peso en las calaveras que disfrutan su situación, bailando, abrazándose o simplemente posando con elegante vestimenta. Finalmente, los óleos abordan otro de los aspectos de la muerte; un esqueleto parece velar el sueño de un niño en cama, la escena se torna dramática al observar que el esqueleto sostiene en su mano un reloj de arena, símbolo del paso de tiempo y la inevitable cita con la muerte.
En ocasiones con miedo, en otras más con alegría, Manuel Barranco plasma en su obra ese contacto con la muerte, una visión personal que remite de manera inmediata, a pensar que la vida misma sólo se valora ante el encuentro con la muerte y al mismo tiempo una invitación a entender que la muerte es solo otra forma de apreciar el arte.