Balazos en el pie
Con cifras, publicidad y alianzas simuladas, el aspirante del Partido Acción Nacional a la presidencia municipal de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez trata de hacer sentir a los panistas que no hay otro camino para competirle al PRI que hacerlo candidato; pero en realidad todos sus puntos de ventaja se encuentran cimentados sobre especulaciones que probablemente en el futuro no se podrán sostener.
Si bien es cierto que las cifras logradas por el grupo que ostenta el liderazgo del PAN en el municipio les permitió obtener el triunfo, las mismas no se pueden repetir el próximo año cuándo se defina al candidato de Acción Nacional; asimismo los 196 votos que lograron para apoyar a Madero en la contienda nacional contra los 171 del equipo de Cordero demuestran que para la próxima los votos se van a mover de nuevo.
La situación es elemental, en primer lugar los intereses prioritarios del Grupo Tlalnepantla no quedarán en Toluca, los involucrados en la contienda como Armando Enríquez y Núñez Armas entre otros tendrán sus prioridades y no serán, ayudar al chamaco Genaro Martínez, en su lucha por hacer candidato a Juan Rodolfo.
El jefe político de Juanro, García Burgos estuvo de lado de Cordero en la contienda nacional, por tanto, no podrá ayudarlo en su objetivo. Además no todos los interesados en apoyar a Juan Rodolfo tendrán cabida en la planilla, a menos que los chicos panistas estén dispuestos a ceder.
Pero una manera de demostrar que verdaderamente el líder municipal, Genaro Martínez quiere ganar la presidencia municipal es dejar de lado los intereses de su grupo y ceder la sindicatura y las regidurías a los demás grupos.
Mejor aún, sí verdaderamente pretende una alianza con los partidos de izquierda, debe ceder la mitad de las primeras 4 regidurías y negociar la sindicatura con ellos, de tal manera que el apoyo de PRD y PT no sea solo de membrete, sino un trabajo conjunto con las bases para buscar un objetivo, que aun así se ve difícil.
Sánchez Gómez sabe bien que las cosas no son fáciles, de ahí su preocupación para trabajar desde ahora en un proyecto que lo ubique en las preferencias del panismo –dije panismo porque en La Mayoría Silenciosa será más duro hacerlo por la imagen que dejó-, por ello, se exhibió de manera intencional en conocido restaurante de Toluca con los regidores Mario Medina y Omar Garay, pero bien sabe que ellos no deciden las alianzas; los dueños de las plazas están en otro lugar, ahí ya mostró desconocimiento político.
Tal vez el mejor camino para Juanro sería usar un clon, como ya lo hizo anteriormente, para seguir con la simulación y evitar las muestras de rechazo que tendrá en la sociedad, en la iglesia y con los demás partidos políticos.
O mejor aún para hacerse cargo de las observaciones que tienen pendientes en el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México, por las inconsistencias en la tesorería y, en Agua y Saneamiento.
También es bueno que se refugie en los partidos de izquierda, porque eso demuestra que tiene consciencia, sabe de antemano que Enrique Peña lo usó y lo desechó para recuperar la plaza, es decir ahora no tiene su apoyo, el Presidente tiene intereses mayores que apoyar a Juanro; Curi y Ernesto Monroy quien es compadre de Erwin Lino, solo por mencionar algunos con prioridad para el PRI.
De la iglesia está en duda el apoyo, su vida persona no le gusta al clero, vive al límite de la soltería; eso no empata con la doctrina del PAN, el conservadurismo de la Iglesia y no muestra vida familiar, tan importante en estos días.
De esta manera, La Mayoría Silenciosa ahora tiene un panorama más amplio de la calidad de candidato que pretende imponer el PAN municipal a sus militantes; pero esto no quiere decir que no haya más interesados, y sobre todo, no tienen las manos cruzadas, van a pelar la candidatura.