Balazos en el pie
Tomando en consideración que la educación es la principal herramienta de progreso en todo país, es necesario que el gobierno federal y los gobiernos locales dejen de engañar a la población acerca de la reforma educativa que se ha llevado a cabo, con la finalidad de hacernos creer que los nuevos ordenamientos propiciarán una educación de calidad.
El estira y afloje entre los sindicatos y gobierno no es la solución para tener una educación de calidad, son varios los factores que ayudan a mejorar, uno de ellos son los programas y las evaluaciones que se hacen respecto del aprendizaje de los niños, adolescentes y jóvenes de los distintos niveles educativos. Aspecto en donde el gobierno debe enfocar sus baterías para mejorar la educación.
Sin embargo, si las cifras de evaluación no son veraces, no se puede saber cuál es el paso a seguir o los errores que hay que corregir, es bien sabido que lo que no se puede contar no se puede mejorar y, el gobierno lejos de contar maestros debe evaluar alumnos, programas y avances educativos.
La nómina no miente, ahí están los números de los maestros que dan clases y los que hacen trabajos administrativos, hay decenas de bonos y premios para los maestros, los estímulos económicos son varios, sólo por mencionar uno, los docentes reciben bono por deterioro de automóvil, es decir que dentro de los múltiples premios reciben uno por el desgaste que recibe su carro, no cualquier ciudadano recibe esta prestación.
Pero los premios son tantos que no justifican la calidad de la educación que imparten los docentes en los salones de clases, las evaluaciones de los organismos internacionales demuestran la realidad educativa de nuestro país y no es nada grata a pesar de las prestaciones que reciben.
El gobierno y los sindicatos pueden seguirse echando la culpa unos a otros, pero la educación no puede esperar, ese círculo vicioso generado a través de varias décadas entre los gobiernos priistas y panistas con los líderes magisteriales tiene que llegar a su fin y la única forma de avanzar es dar estímulos en base a resultados.
Asimismo, se deben terminar los premios a los líderes magisteriales que cumplieron con la disciplina de mantener sumiso a su gremios, por tanto, las secretarias de estado, las diputaciones, las presidencias municipales y las regidurías deben de ser para otros fines o al menos para incentivar a quienes mejoraron la calidad educativa en sus periodos como líderes.
No es un secreto que muchos de los diputados han salido del magisterio, en estos momentos ejercen como diputados, Lorenzo Roberto Gusmán ex líder de la sección 17 del SNTE como diputado del Panal; Alberto Hernández, ex líder de la sección 36 del SNTE como diputado del PANAL; Lucila Garfias, ex líder del SNTE como diputada federal en el PANAL; Héctor Hernández, ex líder del SMSEM como diputado local del PRI; Fernando Zamora ex líder del SMSEM como diputado federal del PRI; Roberto Sánchez Pompa, ex líder del SMSEM como diputado local. La lista es larga si nos remontamos a trienios anteriores, incluso ahí se pueden aumentar a los ex rectores de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Sin embargo, alguien mencionó que sería utópico pensar que las clases dominantes nos pueden educar sabiendo que así podemos comprender de mejor manera la clase de tropelías que cometen en sus ejercicios como gobierno.
Por ello, es importante que La Mayoría Silenciosa deje de esperar una mejor educación de un gobierno que en base a darnos poca educación y cultura nos ha sometido durante décadas en el Estado de México y en el país. Así las cosas, la solución es avanzar de manera individual para prepararnos de la mejor manera y lograr un mejor desarrollo, mismo que nuestros gobiernos nos han negado.