TEXAS, EU., 6 de febrero de 2015.- Tras años de mantener el pulso en un intento por hacer frente a la competencia y con casi un siglo de historia, la cadena estadounidense de electrónica, RadioShack, se declaró finalmente en quiebra este jueves, poniendo todos sus activos a las órdenes de una empresa mayorista y sus productos en ofertas que alcanzan hasta el 80 por ciento.
Según precisa Forbes, el también conglomerado de la tecnología y componentes planea vender por lo menos 2 mil 400 tiendas comerciales en Estados Unidos a su mayor accionista, Standard General, y ha interpuesto una solicitud para proceder al cierre del resto de sus 4 mil sucursales en el vecino país del norte al contar con pasivos (deudas que ha adquirido la empresa) por hasta 1.3 billones de dólares.
Al advertir que la revolución del comercio minorista en Estados Unidos ha provocado que “los megamercados comiencen a suplantar a las cadenas más pequeñas”, los corporativos de Radioshack exponen en un comunicado que “hemos experimentado grandes pérdidas durante los últimos dos años y este fenómeno se ha acelerado durante el primer trimestre fiscal de 2015. No podemos continuar enfrentando la incertidumbre del ambiente financiero a causa de la agresiva competencia y las intensas campañas comerciales de los competidores”.
EL CORTO CIRCUITO
Los cabecillas de la empresa con sede en Texas se estarían refiriendo a Amazon y Wal-Mart, cadenas que han privilegiado la venta de teléfonos inteligentes y aparatos computacionales por encima de electrodomésticos u otros productos electrónicos que van desde fusibles, adaptadores y baterías, hasta juguetes, pantallas y equipos de entretenimiento.
Por lo pronto, Forbes advierte que los ejecutivos sopesan igualmente vender el resto de sus activos y oficinas en el extranjero al mejor postor, dejando huérfanos a los mil franquiciatarios que operan al menos 25 países… subsidiaria mexicana incluida.
En ese sentido, el portal de ArsTechnica establece que la bancarrota “no significa necesariamente que RadioShack salga por completo del mercado, sino que se tomará un periodo de tiempo indeterminado para reconstruirse y ‘acorazarse’ con activos para pagar a los acreedores” (tal y como hizo la firma fotográfica Kodak en 2013, misma que emergió de la quiebra para dedicarse a la producción y comercialización de equipos industriales y teléfonos inteligentes). No obstante, ha trascendido que la filial Sprint Corporation (propiedad de la accionista mayoritaria Standard General) resultaría beneficiada con todo este proceso.
EL USURPADOR ELÉCTRICO
Y es que desde 2009, Sprint contaba con pequeñas islas de venta de equipo de telefonía dentro de Radioshack y ahora vendría a ‘sustituir’ en el mercado a la empresa de electrónica en por lo menos mil 750 de los locales adquiridos por Standard General.
“Sprint ocuparía aproximadamente una tercera parte de cada sucursal, y sus empleados venderían dispositivos móviles y planes de servicio. Sería la marca principal en esas tiendas RadioShack y en sus materiales de mercadotecnia”, precisa el portal noticioso The Verge.
RadioShack fue fundada en 1921 por los hermanos Theodore y Milton Deutschmann, quienes contribuyeron a la masiva aceptación de los equipos de radio entre la ciudadanía estadounidense, convirtiéndose igualmente en la primer empresa en comercializar teléfonos celulares y computadoras personales a la cada vez más demandante clientela de los años 80. “Solía ser, a escala global, la empresa obligada para cubrir las necesidades de productos electrónicos en el hogar entrado el nuevo milenio, cuando los consumidores empezaron a hacer sus compras vía internet y el crecimiento en su negocio inalámbrico disminuyó”, recopila el sitio web de Fortune.
Así es como 94 años de historia comenzaron a fundirse desde este lunes 2 de febrero, cuando la Bolsa de Valores de Nueva York suspendió las transacciones de los últimos títulos de RadioShack, misma que se coloca junto a empresas como la Chrysler, General Motors, Enron, Texaco y Blockbuster, que no han resistido los cambios del mercado y se han declarado en quiebra.