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TECÁMAC, Edomex., 9 de diciembre de 2013.- En el Valle de México se planea la construcción de tres incineradores gigantes para quemar miles de toneladas de basura que se generan en municipios mexiquenses y en el Distrito Federal, dos de ellos quedarán en Tecámac y Tultitlán, así como uno en la delegación capitalina de Tláhuac.
En Tecámac se ha desarrollado una lucha social para impedir que la empresa Suiza Concepto Management A.G. logre su propósito en el 2020, ya que el ayuntamiento de este lugar cambió el uso de suelo agrícola en más de 800 hectáreas para permitir la instalación de industrias y entre ellas el incinerador en tierras de San Jerónimo Xonacahuacan, Santa María Ajoloapan, Santo Domingo Ajoloapan y Reyes Acozac.
El doctor Mateo Martínez Urbina, comisionado a nivel nacional de Protección al Medio Ambiente por el Frente Mexicano Pro Derechos Humanos, señaló que la lucha en contra del incinerador en el cual se pretende quemar «más de mil tráileres de basura diariamente se mantiene desde el 2003 cuando se dio a conocer este megaproyecto».
El día 11 de noviembre de 2003 el entonces diputado federal del PRD, Valentín González Bautista, envió un documento al alcalde de Tecámac, Aarón Urbina Bedolla, tratando el siguiente asunto: Megaproyecto Complejo Industrializador de Desechos de la Empresa Concept Management, A.G. Suiza, que entre otras cosas contiene: una planta procesadora de desechos de tecnología de punta-plasma, 22 plantas recicladoras, transportación de desechos por ferrocarril en contenedores cerrados, aproximadamente 8 mil puestos de trabajo y unidad habitacional para los trabajadores.
La Dirección de Obras Públicas, Planeación y Desarrollo Urbano Municipal elaboró la ficha técnica del Proyecto Parque Industrial Ambiental (Complejo Industrializador de Desechos S.A. de C.V.) y contempla crear ocho mil empleos, ocho mil viviendas, protección ecológica, producción agrícola e industria, 25 plantas recicladoras que serán importadas en su totalidad de varios países.
Estas recicladoras procesarán un material diferente, con un incinerador por plasma que operará con un calor de 4000-5000 grados Celsius con una capacidad de procesamiento de residuos de 30 mil toneladas diarias y así producir energía eléctrica.
En el 2003 -3 de diciembre- el presidente municipal Aarón Urbina, firmó el documento que a la letra dice: «El Ayuntamiento municipal de Tecámac, Méx., otorga a favor de la empresa que usted coordina la Licencia de Construcción del Complejo Industrializador de los Desechos y del Parque Residencial Ambiental Nuevo Milenio, en tierras de los ejidos de San Jéronimo Xonacahuacán y su barrio San Pedro Pozohuacán, Santa María Ajoloapan y San Pedro Tecalco; de esta jurisdicción Municipal (plano E-2)».
Asimismo, en la Gaceta de Gobierno de fecha 10 de Diciembre de 2003, en su página 97 en el catálogo de proyectos, Obras y Acciones, se decretó «eliminación y reindustrialización de residuos a través de incineración con plasma y la producción industrial, teniendo como materia prima la basura» proyecto a construir del año 2004-2020 y como unidad responsable: Gobierno Federal, Gobierno del Estado de México, ayuntamiento e Iniciativa Privada.
Los vecinos de Tecámac se oponen a este megaproyecto; en 10 años han realizado marchas, foros, denuncias a instancias internacionales y diversas presiones a los alcaldes en turno de este municipio, para que se cancele este proyecto en suelo mexiquense.
«No queremos ser basurero del planeta», aseguró el doctor Mateos Martínez Urbina, quien reconoció en entrevista este domingo 8 de diciembre que el proyecto del incinerador gigante sigue en pie a pesar de la gran oposición a ello.
Dijo que se denunció de esta situación en el pasado mes de octubre, en la ciudad de Cuernavaca, ante el Tribunal Permanente de los Pueblos y anteriormente en el Tribunal Latinoamericano del Agua.
Los opositores del megaproyecto del incinerador pidieron una revisión del gobierno de Enrique Peña Nieto, porque quemar la basura diariamente contaminaría el medio ambiente con dioxinas, sumamente tóxicas que afectarían la salud de miles de mexiquenses.
El doctor Mateo Martínez, publicó en el blog Ecotecamac que la incineración de residuos comenzó en EE.UU. y Europa Occidental en las décadas del 50 y el 60. La difusión pública de las evidencias científicas vinculadas a los impactos reales y potenciales de esta tecnología despertó la oposición de ciudadanos y organizaciones que comenzaron a movilizarse para evitar su instalación. Estas movilizaciones lograron detener una mayor expansión de este tipo de industrias en América del Norte y Europa.
Frente a este obstáculo y favorecida por las normativas existentes, la industria de la incineración vio en América Latina, Europa del Este y Asia atractivos mercados para colocar su producto.
Por ello, dijo en la entrevista, que quieren que en el Estado de México esté el basurero más grande del planeta, “porque no sólo es el incinerador en Tecámac, sino también otro en Tultitlán, Tláhuac, además del tiradero nuclear en Temascalapa».