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ZONA ORIENTE, Edomex., 6 de enero de 2014.- El origen de la Rosca de Reyes forma parte vital de nuestras celebraciones de Navidad y Año Nuevo.
Su origen se vincula con el nacimiento y adoración del Niño Dios, en aquella época se escondía una haba en el interior de la rosca y a quien le tocaba, tenía que presentar al niño Dios en la iglesia cercana, el 2 de febrero.
Felipe V importó para España esta tradición de la rosca como culminación de las fiestas de Navidad, desprovisto de todo simbolismo y cubierto de frutas escarchadas con alguna sorpresa escondida en su interior.
En el pan nuestro de cada día, Sonia Iglesias y Samuel Salinas, relatan que, camino a Belén los monarcas se encontraron y decidieron unirse en su misión.
Montaban un camello, un elefante y un caballo, así mismo llevaban variados y ricos presentes para el Rey Niño.
«La rosca de Reyes es una hermosa tradición, que se debe tener en cuenta que es un platillo delicado, por tanto requiere un gran cuidado al elaborarse «, puntualiza Vertí .
De suave consistencia sublime sabor y delicada textura, la rosca de Reyes se ha perfilado desde los tiempos del Virreinato como uno de los alimentos de celebración más importantes de los primeros días del año.