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TOLUCA, Edomex., 9 de julio de 2019.- A lo largo de más de seis décadas de producción, Leopoldo Flores abarcó diferentes temas que confluían con una preocupación personal: El hombre y su universo. En toda su obra existen series o cuadros reconocidos por el público como icónicos, otros son poco conocidos y estudiados. Su producción artística incluye trabajos de carácter personal, algunos de los cuales deseó fueran exhibidos hasta después de su muerte. Esta exposición es una revisión de aquellas obras, incluyendo algunas que se presentan al público por primera vez y otras que en algún momento se han expuesto pero que han permanecido descontextualizadas o guardadas desde su primera exposición, así como recientes donaciones realizadas a la Universidad Autónoma del Estado de México.
En esta ocasión se presenta la serie de dibujos que Leopoldo Flores realizó a raíz de la enfermedad y muerte de su padre, la cual fue depositada en el Museo Universitario Leopoldo Flores con la instrucción de ser donada a la universidad y exponerla posterior a su muerte; la pintura de Sor Juana Inés de la Cruz, donada por la Prof. Laura Pavón Jaramillo y tres cuadros provenientes de un donatario anónimo y del Lic. Enrique González Vargas. A la vez, se muestran obras muy poco conocidas de Leopoldo Flores como el boceto realizado en la mitad de una pelota para el mural El hombre universal del CICSyH, la serie Vida Inerte (dibujos realizados en piedra), así como pinturas que han permanecido en oficinas de diversas dependencias universitarias. Resalta la importancia de la obra pictórica Transición en el tiempo, elaborada entre los años 1999 y 2000, que formó parte de la exposición Apocalipsis según San Juan presentada en la Galería Universitaria del Edificio de Rectoría en el año 2000 y que había permanecido en el Tercer Torreón del mismo edificio por más de 15 años. El tapiz Alucinación, el cual pertenece a la serie La nave de los locos, se puede apreciar como un trabajo especial realizado en la época de los 70 ́s con artesanos de Xonacatlán.
Como parte final, se exhibe por primera vez, la serie completa de Los caballos, última obra pictórica que realizara el maestro en su taller en el MULF. Cada una de las obras presentes en esta exposición representa un trabajo íntimo y a la vez diverso, en algunas ocasiones alejado de sus trabajos más reconocidos. Como parte especial de la muestra están presentes las manos del maestro Leopoldo Flores en un vaciado en bronce elaboradas en 2009 y que se muestran por primera vez al público como un recuerdo de su trayectoria del gran pintor que fue.