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Xonacatlán, Edomex.-22 de marzo de 2022.-«Sin ella la vida ha sido muy difícil», dice Héctor mientras camina rumbo a la tumba de su hija, asesinada hace un año, para depositar unas flores y dejar una cruz, unos niños acompañaron su andar y la exigencia de justicia.
El hombre trata de sacar fuerzas para no dejarse caer y mantener a su familia unida a pesar del vacío que dejó Wendy Josselyn, menor de 16 años, «no me faltaba nada, estábamos completos», insiste.
Desde muy temprano se alistaron para visitar la tumba, tras 365 días el dolor sigue, aunado a la impunidad del caso, en las calles el paso del contingente volvió a gritar y a mostrar pancartas en las que se pide castigo.
Wendy desapareció el 20 de marzo de 2021 al salir a dar una vuelta con su novio, horas después su cuerpo fue encontrado sin vida en un canal en los límites con Otzolotepec, la menor presentaba huellas de violencia.
Los padres de Wendy no se han cansado de insistir a pesar de las excusas de las autoridades estatales, siguen visitando el Ministerio Público en busca de avances y resultados para dar con el paradero del feminidida de la joven.
«Nos arrebataron la vida, teníamos muchos planes y sueños», reprocha Guadalupe, madre de Wendy, antes de salir en caravana desde su casa rumbo al camposanto para dejarle los arreglos florales.
Hasta hoy, nadie ha pagado por el crimen de la adolescente que fue tratado por la Fiscalía mexiquense con perspectiva de género, no hay detenidos a pesar de una orden de aprehensión liberada hace unos meses.