La preocupación ante la “invisibilización” del índice criminal creciente en la región sur del estado penetra en varios hogares, los índices delictivos reales escapan a todo orden oficial y superan las amargas realidades sufridas en la zona, donde el miedo alimenta el anonimato y la cifra oculta de secuestros es alarmante, urge que la sociedad se active para frenar tanto crimen, indicó Rigoberto Valdez, miembro del colegio de Licenciados en Seguridad Ciudadana y Gobernanza Nacional, quien lamenta el punto alcanzado por la delincuencia, y la consecuencia de no poder conocer datos exactos sobre los índices criminales, pues los propios afectados se niegan hablar de sus trágicas experiencias, mucho menos se atreven a denuncia;, ellos mismos indican lo inútil de acercarse a la autoridad.
Un padre angustiado accedió hablar, aún se le quiebra la voz cuando nos platica su tragedia, ni siquiera había logrado completar el trámite para levantar el acta ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de México; luego de recibir por teléfono la exigencia de los criminales, quienes secuestraron a su hija en Villa Guerrero, tardo tres horas en llegar a Toluca para pedir ayuda; los secuestradores en represalia le llamaron para incrementar sus amenazas y el monto del rescate, el contestó la llamada en la sala de espera del sitio a donde acudió para pedir auxilio; ellos sabían dónde estaba él, pago, pero no le devolvieron a su hija..
Otro caso muy sonado fue el secuestro de un ex presidente municipal de Luvianos, Zeferino Cabrera, en mayo del 2014, quien tuvo la fortuna de regresar a su hogar tras pagarse el rescate, según versiones populares fueron 20 millones de pesos, pero no hubo denuncia ante la autoridad. Como él, muchos otros agro-productores de la región aseguran haber sido víctimas de secuestros y extorsiones en todas su modalidades, también el dueño de la gasolinera en este pueblo; son muchas víctimas, pero muy pocos han denunciado,
A veces es posible enterarse en los medios locales sobre desapariciones, robos, asaltos en todas sus modalidades, pero los casos delictivos de pequeñas comunidades quedan en el anonimato, no resaltan las noticias de secuestros de gente poco conocida a quienes les exigieron rescates en poca cantidad, como en San Francisco Tepexoxuca, del municipio de Tenango del Valle, donde jóvenes de la misma población a modo de emular a grandes bandas de secuestradores, asolaron la región una buena temporada.
Otros mexiquenses no han tenido tan grande suerte, aun queda en el ánimo del colectivo un caso que conmocionó de manera especialmente triste e indignante, cuando el niño Carlos Eduardo Martínez González, plagiado en Toluca en 2013, salió del colegio Montessori donde estudiaba; lo mataron tres días después, los criminales lo arrojaron vivo desde el Puente Calderón, en la autopista Toluca-Ixtapan de la Sal; y algo mas indignante, su cuerpecito permaneció mas se seis meses en el Semefo de Tenancingo, por no exisitir un mecanismo adecuado de identificación, ni debida coordinación en las dependencias.
Historias muy tristes se conocen en varios hogares mexiquenses del sur del estado, en los pequeños poblados como Villa Guerrero, Bejucos, Tejupilco, Zacualpan, Tonatico, y tantas comunidades más, estas noticias son ahora muy comunes, las tragedias corren de boca en boca velozmente, se acumulan y “vox populi” se conocen los relatos dramáticos, cuyos finales espeluznantes forman parte de las cifras negras del crimen; son aquellos casos sin denunciar, delitos encubiertos por el miedo o por la desconfianza, pues acudir a la autoridad empeora la situación o pone en riesgo la vida de más familiares, aseguran.
Por ello son cada vez más frecuentes las manifestaciones públicas de todo tipo, donde muestran su decisión o interés por adoptar acciones de auto protección de toda índole, desde los anuncios dedicados a la delincuencia colocados en calles o espacios públicos a manera de advertencia, escribiéndoles en grandes avisos su decisión colectiva de llegar hasta el linchamiento si es preciso, pero esta no es la solución, indicó Rigoberto Valdez, quien sugiere acciones mas concretas bajo un esquema de seguridad ciudadana en coordinación con autoridades y seguridad publica.