Balazos en el pie
Las autoridades del ayuntamiento de Valle de Chalco no le quieren entrar de lleno al ordenamiento de los mercados sobre ruedas por conveniencias políticas.
Es un hecho que los líderes de organizaciones de comerciantes han alcanzado tanto poder político que el gobierno municipal lo piensa dos veces para entrarle de lleno al ordenamiento de los tianguis que ponen de cabeza a todo mundo cuando se instalan en las principales avenidas de la localidad.
Marco Antonio Vilchis director de comercio admite que el gobierno municipal no se puede o no quiere lanzarse a la acción de poner en orden a las huestes de comerciantes que todos los días de la semana hacen de las suyas instalándose en avenidas sin importarles las afectaciones cono el no dejar libres vialidades sobre todo para casos de emergencia.
Ellos están acostumbrados a instalarse ocupando hasta tres carriles de las avenidas, además de que cierran cruceros importantes y de plano ninguna autoridad interviene para poner orden.
El domingo 5 de enero fue el caos en Valle de Chalco porque por todos lados había puestos de juguetes que se sumaron a los tianguis normales y resulta que los que sufrieron las consecuencias fueron los paramédicos de Protección Civil que daban vueltas buscando salidas para trasladar a lesionados al hospital general y por mala suerte ese día fueron varios los traslados, nada más habría que ponerse a pensar que pasaría en un estado de emergencia mayor como un incendio o temblor en domingo, por donde circularían las unidades de auxilio.
Dice Vilchis que las cosas van a mejorar con un programa de ordenamiento de los tianguistas, pero eso está difícil de que pueda suceder mientras las organizaciones de comerciantes y sus líderes tengan el poder que han alcanzado como es el regidor priista Isaías Soriano que maneja a la mayoría de mercaderes de tianguis o el propio edil Jesús Sánchez que también sigue teniendo a su grupo político metido en el comercio de las calles.
Dice también Marco Vilchis que hay voluntad política de los líderes de tianguistas para que se establezca el orden, no obstante es evidente que en un asunto de la naturaleza de los tianguis no se puede ser juez y parte y habrá que ver si realmente el gobierno municipal tiene la voluntad de actuar para proponer un cambio en un tema en el cual los únicos perdedores, como siempre, son los ciudadanos.
Marcelino Guzmán «el gallero» y otros tres individuos también lideran a tianguistas pero los que tienen que poner el ejemplo para el orden son los que están en el gobierno, es decir el regidor y el alcalde ordenando a sus agremiados a que se disciplinen, de ocurrir esto, la gente tal vez podría creer que transformar a Valle de Chalco es posible y con ello el eslogan de la actual administración municipal, tendría sentido.