Muere niña tras ser arrollada por camión público en Toluca; su madre lesionada
TOLUCA, Edoméx., 30 de octubre del 2016.- Mañana el repicar de campanas de los tres templos del pueblo de Capula será incesante, toda la noche el teñir acompañara los rezos y la procesión de la calavera, un cráneo humano encontrado hace más de cien años en la iglesia se adorna y coloca en plato, los mayordomos lo llevan de casa en casa.
La gente empieza a congregarse en la pequeña iglesia las campanas inician su concierto nocturno para llamar a la gente viva y conducir a la gente muerte, y organizar la procesión que acude de casa en casa, principalmente donde este año algún familiar falleció.
La visita de cortesía merece una gratitud y los anfitriones ofrecen chocolate caliente y el pan especial para esta ocasión, el llamado “pan de huevo”, otros ofrecen mole, frutas, las viandas de su altar, los mayordomos juntan en costales y canastas estos regalos de muertos y para el amanecer regresan a la iglesia para colocar el cráneo en donde continuara su descanso eterno, para volver a “peregrinar” el próximo año entre las ofrendas.
Con sentido similar, familias completas en Sultepec, Texcaltitlan Coatepec Harinas, Zacualpan realizan un recorrido similar, visitan las casas de quienes perdieron durante el año algún ser querido, llevan una vela en honor a ese difunto, y a cambio reciben algo de las viandas colocadas en sus altares, le llaman “la muerteada”.
La caminata nocturna es de lo más espectacular, el ir y venir en las calles, saludándose y reencontrándose, para recordar y homenajear a quienes ya partieron de este mundo, pero sobresale la de Capula, cuyo origen se desconoce, solo refieren los abuelos que cuando se realizaron obras en capilla franciscana que data de 1550 y aún conserva un arco labrado en piedra con motivos indígenas.
Ahí encontraron dos cráneos, y de ahí empezó el peregrinar de estos, se alternan uno y otro para salir de “paseo”, les acompaña la gente con letanías y rezos, los mayordomos cambian cada año, su encomienda es arreglar la “calavera” y llevarla de visita a las casas.