Cien días de Prosperidad Compartida
Emite IEEM convocatoria perversa, amañada y discriminatoria para candidatos independientes
(O todos coludos o todos rabones; lo que es parejo no es chipotudo)
Resulta terriblemente paradójico, contradictorio y ofensivo que quienes pagan sus impuestos y además otorgan el voto para que se mantenga el sistema de partidos, es decir los ciudadanos, sean discriminados a través de las reglas que imponen los partidos políticos y el consejo general del IEEM para quienes pretendan ser candidatos independientes a la gubernatura del Estado de México.
Bajo un protocolo ridículo, extremo, exagerado, torpe, amafiado, sinvergüenza y severamente discriminatorio, los dueños de “la democracia”, imponen una convocatoria que desalienta y restringe el ánimo a cualquier ciudadano. Sin embargo, al pertenecer a una franquicia partidaria los trámites se agilizan y allanan obstáculos como el anunciarse en radio y televisión. Un aspirante independiente debe reunir en un lapso de 60 días el apoyo de por lo menos 328,740 ciudadanos; un miembro de partido requiere un dedazo y el apoyo manipulado y corrupto de seguidores condicionados por entes o líderes a quienes la propia sociedad rechaza por su constante abuso de poder.
Un ciudadano con pretensiones a ser candidato independiente deberá demostrar que quienes lo apoyan que viven en 64 municipios diferentes, es decir poco más de la mitad de la división territorial mexiquense.
Cerrar filas a través de las redes sociales e impulsar a mexiquenses dignos es una prueba a la que los partidócratas están sometiendo a la sociedad inconforme, que ha visto que la democracia actual no deja ningún provecho ni es garante de bienestar para la población en general.
La democracia del IFE, hoy INE, y sus rémoras locales como el IEEM han reprobado absolutamente con su sistema de partidos. La democracia a la mexicana no garantiza honestidad de los gobernantes emanados de partidos políticos; no sustenta educación, salud y mucho menos seguridad. La partidocracia ha fomentado la corrupción y el enriquecimiento ilícito del 99 por ciento de los que llegan al poder.
Es una burla las condicionantes hacia los independientes; viralizar e impulsar en las redes se convierte en reto para una sociedad inmersa en la frivolidad y no concentrada en lo sustancial que implica la organización para un futuro digno. Si no hay igualdad para todos los candidatos, no emitir el voto es un fundamento absolutamente válido. Decirle no a la mafia de partidos es pegarle a las entrañas de la corrupción e impunidad.